domingo, 9 de agosto de 2020

Peces de ciudad

Peces de ciudad es una maravillosa canción compuesta por Joaquín Sabina junto a Pancho Varona, que el primero se la regaló a Ana Belén, la cual la incluyó dentro de su álbum de 2001 que llevó por título el mismo que el de la canción. Al año siguiente el propio Sabina la grabó para su álbum Dímelo en la calle, versión a la que le hizo unos pequeños cambios en la letra haciéndola, si cabe, todavía más suya.
Pero en 2019 distintos artistas se unieron para hacer un disco homenaje al gran cantautor y poeta ubetense que llevó por título Tributo a Sabina. Ni tan joven ni tan viejo, en el que que se hacen versiones de sus temas más conocidos, y una de esas versiones la realizan a dúo los cantautores Pablo Alborán y Pablo lópez.
La escuches por quien la escuches, la canción es inmensamente grande, llena de belleza y poesía, esa poesía que nos regala en cada una de sus canciones Sabina, pero si hay una versión que la engrandece todavía más es esta última de Alborán y Pablo López, dónde la armonía de su melodía y cada palabra cobra vida en sus voces, renaciendo y bailando al ritmo que marcan los versos de Sabina. Una canción eterna que el tiempo no hace más que resaltar su modernidad y atemporalidad.




Se peinaba a lo garçon
La viajera que quiso enseñarme a besar
En la Gare d'Austerlitz
Primavera de un amor
Amarillo y fugaz como el sol
Del veranillo de san Martín

Hay quien dice que fui yo
El primero en olvidar
Cuando en un si bemol de Jacques Brel
Me he perdido el Pom de Amsterdam

En la fatua Nueva York
Da más sombra que los limoneros
La estatua de la libertad
Pero en Desolation Row
Las sirenas de los petroleros
No dejan reír ni llorar

Y, en el coro de babel
Desafina un español
No hay más ley (no hay más ley) que la ley del tesoro
En las minas del rey Salomón
Y desafiando el oleaje
Sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez
Mi corazón de viaje

Luciendo los tatuajes
De un pasado bucanero
De un velero al abordaje
De un, de un no te quiero querer

Y cómo huir
Cuando no quedan
Islas para naufragar
Al país
Donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar
Labios que sacan de quicio

Mentiras que ganan juicios
Tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios
De los peces de ciudad
Que perdieron las agallas
En un banco de morralla
En una playa sin mar

El dorado era un champú
La virtud, unos brazos en cruz y el pecado una página web
En Comala comprendí
Que al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver


Cuando en vuelo regular
Yo pisé el cielo de Madrid
Me esperaban los pies en el suelo
Que no se acordaban de mí

Y desafiando el oleaje
Sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez
Mi corazón de viaje (corazón de viaje)
Luciendo los tatuajes
De un pasado bucanero
De un velero al abordaje
De un  no, de un no te quiero querer

Y cómo huir
Cuando no quedan
Islas para naufragar
Al país
Donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar
Labios que sacan de quicio (sacan de quicio)

Mentiras que ganan juicios
Tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios
De los peces de ciudad
Que perdieron las agallas (perdieron las agallas)
En un banco de morralla (un banco de morralla)
En una playa sin mar




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Suscríbete a esta entrada y recibe por email las nuevas actualizaciones y comentarios añadidos
Marca la opción "Avisarme"

AddToAny