domingo, 18 de agosto de 2019

Con dos camas vacías

Con dos camas vacías es una canción del cantautor Joaquín Sabina pero en la voz de la gran María Jiménez, que le da su estilo personal cargado de fuerza y pasión y donde aparece brevemente, dándole su toque personal el propio autor del tema. La canción aparece en el álbum que la cantante saca en el 2002 bajo el título de Donde más duele (canta por Sabina). Hay veces, en las que las versiones superan a las originales, y en este caso, no tengo claro si la supera, pero si estoy segura que está al mismo nivel, dándole un nuevo aire y haciéndonos olvidar la versión original y sintiéndola muy María Jiménez.



Ni yo bordo pañuelos, ni tu rompes contratos,
ni yo mato por celos, ni tu mueres por mi,
y antes de que me quieras como se quiere a un gato,
me largo con cualquiera que se parezca a ti

De par en par te abro las puertas que cierras,
me cuentan que el olvido no te sienta tan mal,
la paz que has elegido es peor que mi guerra,
lo que pudo haber sido, lo que nunca será

Yo en cambio nunca supe ir a favor del viento,
que muerde las esquinas de esta ciudad impía,
pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento,
desde un hotel de lujo, con dos, con dos camas vacías

¿Y quién hará tu trabajo debajo de mi falda?
la boca que era mía ¿de qué boca será?
el roto de tu ombligo ya no me da la espalda,
cuando pierdo contigo las ganas de ganar

Como pago al contado, nunca me falta un beso,
siempre que me confieso me doy la absolución,
ya no cierro los bares ni hago tantos excesos,
cada vez son más tristes, las canciones de amor

Yo en cambio nunca supe ir a favor del viento,
que muerde las esquinas de esta ciudad impía,
pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento,
desde un hotel de lujo, con dos, con dos, con dos camas vacías

Aunque nunca me callo, guardo un par de secretos,
lo digo de hombre a hombre, de mujer a mujer,
ni me caso con nadie, ni le pongo amuletos,
por no tener no tengo ni edad de merecer

¿Y quién hará tu trabajo debajo de mi falda?
la boca que era mía ¿de qué boca será?
el roto de tu ombligo ya no me da la espalda,
cuando pierdo contigo las ganas de ganar.

Maldita sea la tinta que empapa mis papeles,
maldita la tercera persona del plural,
las uñas que se clavan ahí donde más duele,
si se me corre el rímel cuando me haces llorar

Y como pago al contado, nunca me falta un beso,
siempre que me confieso me doy la absolución,
ya no cierro los bares ni hago tantos excesos,
cada vez son más tristes, las canciones, las canciones de amor






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