Le métèque es una maravillosa canción escrita y compuesta por el cantautor George Moustaki junto a Frederic Stavron y Michel Stavron en 1969 y que aparece dentro de su álbum del mismo nombre.
Estamos ante una de esas canciones que logra encapsular en pocos minutos la esencia de un artista y, al mismo tiempo, el espíritu de una época, convirtiéndose en un himno atemporal de la canción francesa.
Desde los primeros acordes de la guitarra, consigue transportarme a un paisaje sonoro íntimo, que se despliega con suavidad la voz de Moustaki que brilla con toda la poesía que es capaza de transmitir.
La palabra "métèque" es un término despectivo que se utilizaba en Francia para referirse a los inmigrantes y Moustaki, hijo de inmigrantes griegos nacido en Alejandría, se apropia de esta palabra para resignificarla, convirtiéndola en un signo de su identidad, reivindicando no solo su origen, sino que lo transforma en una bandera de orgullo y universalidad.
El carácter autobiográfico de la letra se mezcla con un tono de melancolía y resistencia, creando una dualidad fascinante entre la fragilidad y la fuerza. Moustaki canta sobre su amor por la vida y su deseo de libertad, todo mientras carga con la pesada herencia de ser percibido como "el otro", sin embargo, logra que lo personal se convierta en algo universal, ya que habla a través de su experiencia particular a todos aquellos que se han sentidos marginados o fuera de lugar.
Estamos ante una conmovedora obra maestra de la canción francesa, en la que Moustaki nos regala un espejo de su propia alma y un reflejo de una realidad más amplia, convirtiéndose en testimonio del poder de la música para tocar los corazones y traspasar las fronteras.
Avec ma gueule de métèque,
de juif errant, de pâtre grec
et mes cheveux aux quatre vents
Avec mes yeux tout délavés
qui me donnent l'air de rêver,
moi qui ne rêve plus souvent
Avec mes mains de maraudeur,
de musicien et de rôdeur
qui ont pillé tant de jardins
Avec ma bouche qui a bu,
qui a embrassé et mordu
sans jamais assouvir sa faim
Avec ma gueule de métèque,
de juif errant, de pâtre grec
de voleur et de vagabond
Avec ma peau qui s'est frottée
au soleil de tous les étés
et tout ce qui portait jupon
Avec mon cœur qui a su faire
souffrir autant qu'il a souffert
sans pour cela faire d'histoires
Avec mon âme qui n'a plus
la moindre chance de salut
pour éviter le purgatoire
Avec ma gueule de métèque,
de juif errant, de pâtre grec
et mes cheveux aux quatre vents
Je viendrai ma douce captive,
mon âme sœur, ma source vive,
je viendrai boire tes 20 ans
Et je serai prince de sang,
rêveur ou bien adolescent
comme il te plaira de choisir
Et nous ferons de chaque jour
toute une éternité d'amour
que nous vivrons à en mourir
Et nous ferons de chaque jourToute une éternité d'amourQue nous vivrons à en mourir