Te recuerdo Amanda es uno de los temas más conocidos del cantautor chileno Víctor Jara, que fue lanzado originariamente en 1969 en Chile y que pertenece al álbum Pongo en tus manos abiertas. La canción se ha hecho eterna y ha surcado los cielos de todo el mundo para acabar en las voces de numerosos artistas, manteniendo viva las palabras y la reivindicación del cantante chileno asesinado tras el golpe de estado, en el que estaba al frente el general Pinochet y que acabó con la democracia que había en Chile hasta ese momento.
Sus verdugos acabaron con su vida tras ser detenido, rompiéndole los dedos antes de terminar con su vida, rematándolo a tiros, pero no consiguieron callar sus palabras. Uno de los artistas que con su voz nos trae las reivindicaciones y denuncias de Víctor Jara, es José Mercé, que hace una maravillosa y emocionante versión por bulerías, con el flamenco sonando en su voz, en las palmas, en las guitarras y en los sentidos.
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada,
ibas a encontrarte con él.
Con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos, la vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena. De vuelta al trabajo
y tu caminando lo iluminas todo,
los cinco minutos te hacen florecer.
Con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos. La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena. De vuelta al trabajo
y tu caminando lo iluminas todo,
los cinco minutos te hacen florecer.
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada
ibas a encontrarte con él.
Con él, con él, con él, con él.
Que partió a la sierra,
que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutos quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo
muchos no volvieron, tampoco Manuel.
Con él, con él, con él, con él.
Que partió a la sierra,
que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutos quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo
muchos no volvieron, tampoco Manuel.
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada,
ibas a encontrarte con él.
Con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos. La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena. De vuelta al trabajo
y tu caminando lo iluminas todo,
los cinco minutos te hacen florecer.
Con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos. La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena. De vuelta al trabajo
y tu caminando lo iluminas todo,
los cinco minutos te hacen florecer.
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